Nacido en el barrio de La Paternal, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, Roberto Ali mostró desde muy joven su pasión por el tango. Tras finalizar sus estudios secundarios, comenzó a perfeccionar su talento en el canto bajo la guía del profesor Rubén de Alvarado en el emblemático Bar Las Palmas, ubicado en Sarmiento y Paraná. Allí tuvo el privilegio de recibir instrucción del gran cantante Charlo, quien le transmitió el estilo que aún mantiene, y de Roberto Maida, reconocido intérprete que acompañó a Francisco Canaro. En esos años, Roberto se presentó en destacadas casas de tango como La Cachila, El Hotel de las Américas y El Pescadito de La Boca.

Después de un tiempo alejado de los escenarios, retomó su carrera con un enfoque exclusivo en el tango, presentándose en lugares icónicos como La Esquina de Osvaldo Pugliese, Catedral Tango, Taconeando, Bar Quintino, Candilejas, Esquina Homero Manzi, Bien Bohemio, La Casa del Tango de San Fernando y, especialmente, La Casa de Aníbal Troilo. También actuó en reconocidos teatros como el York de Olivos y el Lola Membrives de la calle Corrientes. Su trayectoria lo llevó a participar en prestigiosas casas de tango de Buenos Aires como CasaBlanca y La Ideal Tango Show, así como en eventos y festivales destacados, como el Festival de Justo Daract.

A nivel internacional, Roberto se presentó en Uruguay, en ciudades como Colonia y Montevideo, y entre 2016 y 2022 llevó su arte a los mejores teatros y festivales de tango en Colombia, visitando ciudades como Pereira, Santa Rosa, Manizales, Medellín, Armenia, Marsella, Génova, Sevilla, El Cairo, Cartago, Popayán y Cali.

Con el paso de los años, Roberto amplió su repertorio a otros géneros musicales, como boleros, música italiana y norteamericana, siempre conservando un estilo influenciado por grandes artistas como Frank Sinatra, Tony Bennett y Nat King Cole. Ha compartido escenarios con músicos de renombre como Mario Parmisano, Julio Frade, el pianista José Valotta, el guitarrista Adolfo Vega, el bandoneonista Armando Trujillo y el director de la Orquesta de Tango de Buenos Aires, Ariel Pirotti. Además, colaboró con el cantante italiano Aldo Perricone en el espectáculo internacional «Dos Pícaros Sinvergüenzas«. También incursionó en la música lírica con la compañía de ópera Bravissimo, dirigida por el tenor Walter Savarese. En 2010 presentó su álbum Son cartas de amor, un homenaje al tango romántico, en La Esquina de Homero Manzi.

Desde 2015, Roberto se dedica exclusivamente al tango y al bolero. Con una voz afinada y un registro que oscila entre el tenor alto y el tenor barítono, es considerado una de las voces más estilizadas en ambos géneros. Acompañado por guitarras, piano u orquesta, destaca por su precisión en el fraseo, su dominio del control de la respiración y su capacidad interpretativa, transmitiendo con maestría las emociones y sentimientos presentes en cada canción.